El portavoz socialista en el ayuntamiento, Miguel Agustín García, propone al próximo pleno que se corrija lo que considera una anomalía inaceptable para un correcto control del trabajo de cada persona que cobra del consistorio. Los socialistas no quieren que se siga manchando la imagen de la política con unas prácticas indefendibles en una democracia seria.
El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Los Realejos, que dirige Miguel Agustín García, ha presentado una propuesta al próximo pleno por la que solicita al gobierno local del PP que obligue a su personal de confianza a cumplir el mismo control horario que el resto de funcionarios y personal contratado por el consistorio. Los socialistas reaccionan así al reconocimiento por parte del alcalde, durante el anterior pleno y a preguntas de este grupo, de que estas personas designadas por el equipo gobernante no se rigen por los mismos controles de entrada y salida que el resto del personal, lo que permite situaciones como que, tal y como ya se ha comprobado, desempeñen en horario de oficina labores en otras administraciones o acudan a sitios que, en principio, no tiene nada que ver con su trabajo local.
El líder de los socialistas realejeros considera que la política ya está suficientemente manchada a escala general como para que un municipio y un consistorio tan importante en Tenerife como el de Los Realejos permita esta situación de descontrol de un personal que cobra de las arcas públicas locales y del que apenas se conoce sus tareas concretas, horarios y normas bajo las que desempeñan su supuesta labor. A su juicio, ya va siendo hora de tomar medidas, de gran calado y también en los detalles del día a día, para demostrar que no todos los políticos y quienes les acompañan, que en muchas casos merecen el calificativo popular habitual de “enchufados”, están en esto solo por interés personal y pecuniario, sin el más mínimo rigor y transparencia.
Más allá de cómo controle el gobierno del PP este desempeño, el PSOE cree que debe haber transparencia y opción de fiscalización por parte de los grupos opositores de unos salarios que también costean los realejeros con sus impuestos. Por ello, sostiene que una forma inmejorable de dar ejemplo y un punto de inflexión en este ámbito es que el personal de confianza deba cumplir los mismos controles horarios que el resto de trabajadores o funcionarios de la corporación.