El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Los Realejos, Miguel Agustín García, admite que no le ha sorprendido que el gobierno local haya negado en el último pleno la petición de su grupo de que el personal de confianza local fiche su trabajo como el resto de funcionarios y trabajadores del consistorio para que pueda haber un mínimo control de su labor, que pagan todos los contribuyentes realejeros y que, en algunos casos, cobran cifras más que alarmantes. También este caso, el PSOE cree que Manuel Domínguez y los suyos han actuado en coherencia con su concepción de la transparencia y la fiscalización democrática de la oposición. El alcalde se atrevió a decir durante la sesión que esta línea de actuación es la que separa al PSOE de los ciudadanos, cuando, para García, “lo que realmente separa a los políticos de los ciudadanos es que una persona elegida a dedo nos cueste 80.000 euros sin que quede claro cuáles son sus funciones reales”.
En una línea similar se sitúa la propuesta socialista de que el consistorio elaborase una guía de estilo y un consejo de comunicación de los medios de públicos locales, de manera que su utilización se aleje al máximo del proselitismo y la propaganda actual y pueda obedecer a criterios de pluralidad, democracia abierta y crítica y participación comunitaria sin excepciones. En definitiva, unas normas que sirvan de referente exterior y que hagan que los realejeros se sientan orgullosos de unos instrumentos de comunicación claves en la era de internet, pero siempre puentes para que la democracia merezca ese nombre. “El PP, en su demagogia habitual, intenta enfrentarnos con los profesionales de la comunicación del ayuntamiento. Sin embargo, ya hemos explicado que no cuestionamos el trabajo de los profesionales, sino que pedimos que los recursos que pagamos todos/as los/as realejeros/as sirvan a todos/as los partidos, sindicatos, entidades ciudadanas y demás en pro de la transparencia, la libertad de expresión, la pluralidad de opiniones y, en definitiva, de una democracia rica y real”, según remarca García.