El portavoz socialista, Miguel Agustín García, considera muy pobre el texto elaborado por el gobierno local del PP y, en aras de que el Reglamento de Participación sirva de verdad para profundizar en la democracia y propicie la implicación de los vecinos en la vida diaria de los realejeros, plantea numerosos y sustanciales cambios que espera que sean respaldados por el pleno. Entre otras cosas, reclama que se aclare si las consultas populares tendrán carácter vinculante, que se dé cabida a los presupuestos participativos o que el alcalde y el gobierno local tengan excesivo poder a la hora de elegir a los organismos que deben mejorar la calidad democrática en el municipio. De lo contrario, solo supondrá una regresión respecto al texto de 1998.
El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Los Realejos, que dirige Miguel Agustín García, ha presentado 40 enmiendas al Reglamento de Participación Ciudadana elaborado por el gobierno local al entender que, con el texto planteado y en claro contraste con el vigente desde 1998, la finalidad y utilidad de una norma de este tipo quedan muy en entredicho si no se corrigen y añaden muchas cuestiones. A los socialistas les sorprende que, en una normativa de solo 77 artículos, si se compara con otros reglamentos o leyes, hayan tenido que introducir tantos cambios. Unas modificaciones que creen imprescindibles, aunque lo más relevante no es polemizar sobre contenidos solo, sino tratar de consensuar un texto final que propicie de verdad la participación e implicación al máximo de los vecinos en la vida pública local, profundizando así en una democracia de calidad, con todos los agentes sociales, económicos y políticos incluidos.
Por eso, el PSOE sigue abogando por una oposición constructiva y confía en que el PP y el resto de grupos logren rectificar un texto que, de lo contrario, supondrá un evidente retroceso con lo que había desde finales de los años 90, cuando se supone que se buscaba todo lo contrario: una mejora real en la participación ciudadana casi veinte años después. De no modificarse la línea del reglamento, el grupo que lidera García cree que se demostrará que el PP local ni confía ni apuesta por la participación y, sobre todo, por aquella que no pueda controlar o encauzar. De ahí que no haya ni una línea sobre los presupuestos participativos que muchos municipios desarrollan desde que, a finales de los años 90, los aplicara con gran éxito Sao Paulo, la ciudad brasileña.
Para los socialistas, el PP se ha limitado a cumplir los mínimos de la Ley Canaria de Municipios, pero sin evitar la burocracia que tanto critica en otras facetas de la administración, restringiendo el acceso a los órganos de participación al resto de la oposición y sin incluir la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones aprobada recientemente a propuesta del PSOE. Además, en ningún momento queda remarcado que este reglamento y la participación en sí significan influir de verdad en la gestión municipal, por mucho que se vaya en contra de líneas del gobierno, aparte de que no se fomenta para nada el asociacionismo.
El PSOE censura también que se impida participar a personas que hayan ido en listas electorales y no a los que estén inhabilitados por sentencias judiciales. Asimismo, se otorga un excesivo poder al alcalde y al gobierno a la hora de elegir a los diferentes órganos de participación, y no se permite la presencia de entidades ciudadanas en los medios de comunicación municipales o que cuentan con fondos locales. García reclama también que haya recursos locales para los colectivos vecinales y que se aclare si las consultas populares tendrán carácter vinculante, cuestión clave si realmente se cree en la democracia local y en la mayoría de edad de los vecinos.